antepasados de las gallinas criollas |
Casi todos los zoólogos están de
acuerdo en considerar como el antepasado de la gallina doméstica a la especie
salvaje: “Gallus Bankiva” que vive en estado salvaje desde la India a
Filipinas. Entre ellos se encuentra Charles Darwin quien dijo que las gallinas
descienden únicamente de esta especie de gallina salvaje.
No obstante no han faltado autores
que consideran como antepasado de nuestras gallinas al “Gallus soneratii”
originario de la India
Otros hablan del “Gallus Stanleyii”
oriundo de Ceilán, también llamado “Gallus Lafallettii” como origen de nuestras
gallinas
También los hay de la opinión de
que las gallinas, dependiendo de las razas, descienden de una u otra especie de
gallinas salvaje así dice que quelas especios: “Gallus Linneo”, “Gallus Murghi”
“Gallus Bonnaterre” “Gallus Jabouillei” y el “Gallus furcatus” han dado origen
a distintas razas de gallinas
Pero sea cual sea el antecesor de
nuestras gallinas y, provenga de donde provenga, de lo que no cabe duda es que
la gallina, hoy por hoy, está presente en todo el mundo.
En un principio las gallinas
debieron de ser aves de caza, que poco a poco el hombre fue domesticando, se
cree que ya el hombre neolítico utilizaba estas aves para consumir sus huevos
sin matarlas, de forma que las gallinas vivían alrededor de los asentamientos,
aunque seguramente no como actualmente, quiero decir, que lo más seguro es que
el hombre neolítico no las cuidara,
alimentara, sino que simplemente se servía de ellas y ellas, solas, se tendrían
que buscar su alimento.
Se admite sin discusión que la
domesticación de la gallina, propiamente dicha, tuvo su origen en la India,
cuna de la gallina silvestre. Esta técnica de domesticación de la gallina se
fue extendiendo hacia el oeste, así hay datos de que los antiguos persas y
asirios ya conocían la domesticación de la gallina.
Más tarde, el pueblo del antiguo
Egipto, también domesticó gallinas, pero lo verdaderamente importante de esta
civilización en relación con la avicultura fue el descubrimiento de la
incubación artificial.
Estas prácticas pasaron a Grecia y
de ahí a Roma. Es en esta civilización romana donde la avicultura adquiere gran
difusión y se empieza a desarrollar su estudio, quedando reflejado en diversas
obras de autores como Varrón, Columela, Plinio, etc.…, de estos autores aún
perviven, hoy en día, antiguas costumbres, bien empíricas o simplemente
supersticiosas, así, Columela describe prácticas que todavía se utilizan, hoy
por hoy, en los pueblos españoles como: echar a la gallina clueca un número
impar de huevos, echarlos en la luna creciente, si se quieren machos habrá que
usar los huevos más largos y puntiagudos, para obtener hembras, los redondos, poner
debajo del nidal, cuando hay tormenta con truenos unas ramillas de laurel o una
cabeza de ajo con clavos de hierro.
Mientras Varrón nos aconseja, si queremos tener un gallinero perfecto,
poblarlo con tres clases de aves, gallinas, ánsares y ánades, pero
principalmente gallinas, con las que hay que tener cuidado a la hora de
comprarlas, intentando agenciarse las más fecundas, para ello, hay que observar
su plumaje, su color y brillo, la cabeza debe de ser gruesa y la cresta ancha y
alta. Los gallos deben de ser lascivos, estos se reconocen por sus músculos
fuertes, Creta roja, ojos rojos, patas cortas, espolones largos, cola grande y
abundante plumaje.
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