jueves, 20 de octubre de 2016

IMPORTANCIA DE LA CARNE Y EL HUEVO

huevos de buena calidad
Dentro de la familia Phasianidae, existen más de dos cientas razas de gallinas en todo el mundo, cada una con sus características propias. Este número aumenta continuamente debido a las técnicas de hibridación y mejora genética de las razas. La gallina es la hembra adulta del gallo, de tamaño algo menor que éste, con la cresta reducida y que se sacrifica tras haber agotado su capacidad de puesta de huevos. Su carne dura, fibrosa, grasa y de intenso sabor se emplea principal mente para la elaboración de caldos y sopas pues resulta muy dura si se guisa. Aunque la gallina no tiene el mismo protagonismo que el pollo la gastronomía española, su carne es muy apreciada en preparaciones como croquetas o picadillos. Además es el ingrediente básico de la gallina en pepitoria, un plato muy socorrido siempre que era necesario sacrificar alguna de estas aves y hoy en día está considerado como uno de las recetas clásicas de nuestra cocina. Las patas o crestas de las gallinas también eran uno de los platos habituales en tiempos de escasez; una vez cocidas se las acompañaba con salsa de tomate o frituras. Dentro de las gallinas, está la pularda, hembra castrada y sobrealimentada, de unos 8 meses de edad y unos dos kilos de peso. Su carne es tierna y firme, de color blanco y muy apreciado por su sabor. Su contenido en grasa es más elevado y su carne es más blanca y más tierna que la del pollo y la de la gallina. Se cocina asada, rellena o guisada en cazuela. Estacionalidad La carne de gallina está disponible en el mercado durante todo el año. Porción comestible 70 gramos por 100 gramos de gallina entera. Fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas Proteínas de alto valor biológico, colesterol, fósforo, hierro y niacina. Valoración nutricional La gallina tiene una composición similar al pollo. Tiene como componente mayoritario, en un 70% aproximadamente, al agua. Le siguen las proteínas con alto valor biológico, dado su contenido en aminoácidos esenciales. La carne de gallina se puede considerar una carne magra, sobre todo cuando se consume sin piel donde reside una parte importante de la grasa. La grasa es mayoritariamente grasa mono insaturada constituida principalmente por ácido oleico, seguida de la grasa saturada, representada sobre todo por el ácido palmítico. También encontramos una cantidad de ácidos grasos poli insaturados, principalmente en forma de ácido linoleico, variable dependiendo de la alimentación del ave. Asimismo hay otros ácidos insaturados de cadena muy larga. La carne de gallina se distingue de la de vacuno o porcino en que su contenido en colesterol es más elevado, prácticamente el doble. Aunque el músculo del animal vivo contiene una pequeña cantidad de hidratos de carbono en forma de glucógeno, éste se destruye en los procesos postmórtem del ave, de forma que la carne de gallina no contiene hidratos de carbono.

La grasa de los huevos, como la de la leche, está finamente emulsionada o dividida, por lo que es también fácil de digerir.

Los componentes minerales más abundantes del huevo son: sodio, potasio, calcio, magnesio, sílice, cloro, sulfato y fosfatos. También son ricos en fósforo, azufre, hierro y vitamina A; poseen un contenido regular o medio de calcio y vitamina B y son, junto con el hígado y el pescado, la fuente más rica de vitamina D, que varía dependiendo de la estación del año, del clima de la región donde se encuentran las aves y de la alimentación que reciben, debido que para la producción de esta vitamina influye el sol por eso durante el verano las aves que disfrutan de la acción solar directa producen huevos más ricos en vitamina D que en invierno así los huevos de las gallinas de climas muy soleados son también más ricos en vitamina D que los producidos por gallinas de países de clima nublado o sombrío.

Las vitaminas liposolubles (solubles en la grasa) se limitan exclusivamente a la yema, que, además, posee vitaminas hidrosolubles (solubles en el agua).la cantidad de vitaminas que contiene el huevo se pierde cuando los huevos envejecen, por eso es importante consumirlos lo más fresco que se pueda.
En el huevo se han identificado diversos miembros del grupo vitamínico B. En general, el contenido en estas vitaminas depende no sólo de la dieta, sino de la raza de los animales y del grado de frescura del huevo. Normalmente, muchas de esas vitaminas disminuyen al envejecer los huevos.
El huevo contienen las proteínas de mayor valor biológico, es decir aquellas que se  asimilan con mayor proporción en nuestro organismo. Un huevo aporta  a nuestro organismo unos 6grs. de proteínas, y 5grs., de grasa que aumenta al freírlos, entre 60 y 70 caloría, 1 miligramos de hierro y  las vitaminas A, D, B12, B2 y B3 y 225 grs. de colesterol.

El huevo además posee elementos antioxidantes que previene las enfermedades crónicas y protegen los ojos de los rayos ultravioletas, contienen colina (provechoso en las mujeres en gestación) que es una sustancia fundamental para el  desarrollo del sistema nervioso, de las funciones del cerebro y de la memoria del feto. Avances de la ciencia han demostrado  que dos de los carotenoides contenidos en el huevo (luteína y zeaxantina) interviene en la salud visual, reducen el riesgo de contraer cataratas o la degeneración macular. Se cree y está en investigación que previene la ceguera en los adultos mayores.
Lo recomendable es consumir entre 3 y 5 huevos  semanalmente, para obtener el aporte vitamínico necesario. Aunque se puede consumir crudo, es mas indigesto y puede ser peligroso debido a que  las gallinas tienen una cloaca común para excretar y poner los huevos, las cáscaras de estos es porosa  y es posible que en el trayecto  pueda contaminarse con bacterias intestinales de la gallina,  como  la salmonella, que es una de las más peligrosas.

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